Fueron
vivencias sólidas, pesantes.
tenían
calor, tenían sangre.
Estaban
ahí, al alcance. Acudían
al
menor reclamo: y sin reclamo,
siempre
frescas y enteras.
De
pronto se hicieron remisas,
su
sangre se hizo agua,
su
perfil se ablandó,
perdieron brillo.
perdieron brillo.
Se
desplomaron; en negro
abismo
se hundieron,
y
ya apenas son
recuerdos
de recuerdos.
José
Siles Artés
25-1-2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario